UC - Críticas
| País: USA. |
Interpretación: Steve Martin (Stu Preissler), Jack Black (Brad Harris), Owen Wilson (Kenny Bostick), Brian Dennehy (Raymond), Anjelica Huston (Annie Aulklet), Rosamund Pike (Jessica), Rashida Jones (Ellie), Dianne Wiest (Brenda), JoBeth Williams (Edith), Anthony Anderson (Bill), Kevin Pollak (Jim). |
EN BUSCA DEL AVE PERDIDA
"E Gran Año" es una amable e ínsipida comedia americana que ha fracasado en la exigente taquilla de allí y que también va camino de fracasar en la de aquí. Cualquiera que se haya leído la sinopsis hubiera podido vaticinar esos resultados y es que retratar las aventuras de unos avistadores de pájaros no parece a priori resultar demasiado excitante para el espectador (aunque he de reconocer que a mi me llamó la atención la valentía de proponer algo tan naïf como punto de partida de una película).
SINOPSIS: En la película “El gran año”, Steve Martin (Stu), Jack Black (Brad) y Owen Wilson (Kenny) se encuentran en una encrucijada: uno atraviesa una crisis de mediana edad, otro pasa por una crisis de tercera edad y el último, por una crisis existencial. En la vida todo el mundo busca algo, y Stu, Brad y Kenny están decididos no solo a encontrar “su algo”, sino a ser los mejores en la tarea. Al igual que este intrépido trío dispuesto a trotar por el continente, casi todos nosotros soñamos con ser los primeros.
Frankel, director de la conocida "El Diablo de viste de Prada", pone todo su empeño en interesarnos con su historia y aunque bien es cierto que la película soporta bien los primeros 40 minutos de metraje, una vez superada la sorpresa inicial de tan descabellada propuesta, poco a poco, el film se va deshinchando al ritmo anodino de las aventuras de sus personajes, convencionales y previsibles, y lo que es peor, carentes de toda comicidad pese a contar con tres actores dotados para el humor.
El trío protagonista cumple su cometido, al igual que Pike y Jones en sus papeles decorativos y, sin embargo, se desperdicia el talento de actrices como Diane Wiest y Anjelica Huston en roles secundarios por debajo de su talento. La película se convierte en un bienintencionado (y bastante conservador) alegato sobre la amistad y la familia como meta de nuestras existencias, por encima de sueños individuales que acaban convirtiéndose en obsesiones que nos aislan. Se echa en falta acidez y mala leche en una historia demasiado blanca o si se prefiere algo de bizarrismo y gamberrismo en una propuesta tan académica, tal vez así, la comedia hubiera crecido y remontado. "El Gran Año" se deja ver sin estridencias, pero también se olvida fácilmente.
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